La Historia no sólo está en los libros, las personas vivimos mil vidas antes de morir, la vida nos hace a todos migrantes de una manera u otra. Nos lleva lejos de casa… pero lo más importante es encontrarnos a nosotros mismos y crear nuestro hogar en todas partes.
Conocer la historia de Antonio Iglesias Veiga es rendir homenaje a todos los españoles que contribuyeron al desarrollo económico y político de España; pero también pretende evitar caer en los discursos racistas y contrarios a las políticas antiinmigratorias que actualmente toman impulso en toda Europa, es muy fácil hacerse fuerte atacando a los más débiles, es de cobardes.
Antonio nació en Galicia, tierra de paisajes melancólicos, playas infinitas y meigas misteriosas, pero también de tierra de penurias y escasez en la España de la posguerra.
Le tocó a Antonio nacer en mitad de una guerra, el mismo año en el que tuvo lugar la Batalla del Ebro, perdió a su padre. El día en el que el odio pudo más que el amor, el día que lo fusilaron. Su madre siguió a su marido y así fue como se quedó sólo en una España rota por el desastre de un enfrentamiento entre hermanos.
A la edad que hoy en día llamaríamos niño, con 18 años, miró de frente a su destino y se marchó, como hicieron entre 1.960 y 1.973 unos dos millones españoles, casi la mitad de ellos sin contrato laboral previo y con el beneplácito del Régimen Franquista, ya que era una forma de evitar las tensiones sociales provocadas por el paro, la llegada de la población rural empobrecida a las ciudades etc.
Antonio dejaba atrás su “miña terra Galega”, su infancia y a sus ocho hermanos y se dirigía a Holanda, país que necesitaba mano de obra para levantarse después de la Segunda Guerra Mundial, dice que de manera ilegal, pero nunca puede ser ilegal el intentar sobrevivir.
Conoció gente, hizo amigos, cambió los atardeceres de su terra galega por los canales, tulipanes y molinos de Holanda y se enamoró, porque el amor no entiende de idiomas ni culturas, da lo mismo que decir “quérote” en gallego que “ik hou van je” en holandés.
La vida pasaba año tras año, trabajando duro, luchando mucho y coleccionando sellos de su querida España, cada sello era una parte de esa otra vida que dejó atrás.
La vida es caprichosa, el destino más. Sus hijos visitaban España, sus raíces y finalmente decidieron desandar los pasos de su padre y volvieron. Cambiaron las rías por el mar Mediterráneo en Málaga, el mar, siempre el mar…
Después de mucho pensar, Antonio volvió a hacer la maleta, esta vez para siempre, guardó sus sellos y sus recuerdos y comenzó de nuevo en Málaga.
Antonio es de muchos sitios, un ciudadano del mundo que ha visto como su vida está llena de cambios, un “resiliente”, como diríamos hoy en día, un superviviente como los ha habido en todas las épocas.
En este mes de abril del año 2020 sigue mirando sus sellos, recordando su vida en Fuengirola y esperando a que pase esta situación de alarma para abrazar a su nieta Marlena, porque si con él no ha podido ni la guerra, ni el hambre, ni la añoranza, tampoco podrá un virus.
Esta es la Historia de Antonio, esta es la Historia de España, un país que dijo adiós a millones de españoles y que nos hemos convertido en un país receptor de inmigrantes. Pero no debemos olvidar que España ha sido siempre un país de emigrantes, no olvides la Historia de nuestro país, no importa sí hablamos de Antonio o Abdel, todos tenemos nuestra historia.
Conocer la historia de Antonio Iglesias Veiga es rendir homenaje a todos los españoles que contribuyeron al desarrollo económico y político de España; pero también pretende evitar caer en los discursos racistas y contrarios a las políticas antiinmigratorias que actualmente toman impulso en toda Europa, es muy fácil hacerse fuerte atacando a los más débiles, es de cobardes.
Antonio nació en Galicia, tierra de paisajes melancólicos, playas infinitas y meigas misteriosas, pero también de tierra de penurias y escasez en la España de la posguerra.
Le tocó a Antonio nacer en mitad de una guerra, el mismo año en el que tuvo lugar la Batalla del Ebro, perdió a su padre. El día en el que el odio pudo más que el amor, el día que lo fusilaron. Su madre siguió a su marido y así fue como se quedó sólo en una España rota por el desastre de un enfrentamiento entre hermanos.
A la edad que hoy en día llamaríamos niño, con 18 años, miró de frente a su destino y se marchó, como hicieron entre 1.960 y 1.973 unos dos millones españoles, casi la mitad de ellos sin contrato laboral previo y con el beneplácito del Régimen Franquista, ya que era una forma de evitar las tensiones sociales provocadas por el paro, la llegada de la población rural empobrecida a las ciudades etc.
Antonio dejaba atrás su “miña terra Galega”, su infancia y a sus ocho hermanos y se dirigía a Holanda, país que necesitaba mano de obra para levantarse después de la Segunda Guerra Mundial, dice que de manera ilegal, pero nunca puede ser ilegal el intentar sobrevivir.
Conoció gente, hizo amigos, cambió los atardeceres de su terra galega por los canales, tulipanes y molinos de Holanda y se enamoró, porque el amor no entiende de idiomas ni culturas, da lo mismo que decir “quérote” en gallego que “ik hou van je” en holandés.
La vida pasaba año tras año, trabajando duro, luchando mucho y coleccionando sellos de su querida España, cada sello era una parte de esa otra vida que dejó atrás.
La vida es caprichosa, el destino más. Sus hijos visitaban España, sus raíces y finalmente decidieron desandar los pasos de su padre y volvieron. Cambiaron las rías por el mar Mediterráneo en Málaga, el mar, siempre el mar…
Después de mucho pensar, Antonio volvió a hacer la maleta, esta vez para siempre, guardó sus sellos y sus recuerdos y comenzó de nuevo en Málaga.
Antonio es de muchos sitios, un ciudadano del mundo que ha visto como su vida está llena de cambios, un “resiliente”, como diríamos hoy en día, un superviviente como los ha habido en todas las épocas.
En este mes de abril del año 2020 sigue mirando sus sellos, recordando su vida en Fuengirola y esperando a que pase esta situación de alarma para abrazar a su nieta Marlena, porque si con él no ha podido ni la guerra, ni el hambre, ni la añoranza, tampoco podrá un virus.
Esta es la Historia de Antonio, esta es la Historia de España, un país que dijo adiós a millones de españoles y que nos hemos convertido en un país receptor de inmigrantes. Pero no debemos olvidar que España ha sido siempre un país de emigrantes, no olvides la Historia de nuestro país, no importa sí hablamos de Antonio o Abdel, todos tenemos nuestra historia.
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un poco de humor...
ESTO CON FRANCO SÍ PASABA...
ACTIVIDADES PARA ENTREGAR EL DÍA 3 DE MAYO
1. En primer lugar debes leer el tema detenidamente y subrayar lo más importante, destacando los nombres, acontecimientos y fechas destacados.
2. Realizar un esquema y estudiar el tema.
3. Grabarte un vídeo donde expongas el tema de manera clara, tu exposición debe mostrar que dominas los contenidos. Me mandáis el vídeo a mi correo electrónico.
En cuanto a la duración, una exposición no se hace en un minuto, utiliza el tiempo que necesites . Como el vídeo pesará mucho lo compartís conmigo en Google Drive(o similar).
Un aspecto importante en el vídeo es mirar siempre a cámara, que sea un primer plano y sí tienes el pelo largo, te lo recoges. Sí no cumples estos requisitos no será válido.
He visto que lo bien que lo estáis haciendo en el vídeo anterior y lo mucho que os lo estáis currando, seguid así, mucho ánimo y por favor no hagáis trampa porque me doy cuenta y os lo diría personalmente, la cuestión es que vais a perder el tiempo intentando no hacerlo de otra manera que no sea estudiando, no tiene mucho sentido porque Selectividad está a la vuelta de la esquina, así que no intentéis hacer algo que os bajaría la nota.
1. En primer lugar debes leer el tema detenidamente y subrayar lo más importante, destacando los nombres, acontecimientos y fechas destacados.
2. Realizar un esquema y estudiar el tema.
3. Grabarte un vídeo donde expongas el tema de manera clara, tu exposición debe mostrar que dominas los contenidos. Me mandáis el vídeo a mi correo electrónico.
En cuanto a la duración, una exposición no se hace en un minuto, utiliza el tiempo que necesites . Como el vídeo pesará mucho lo compartís conmigo en Google Drive(o similar).
Un aspecto importante en el vídeo es mirar siempre a cámara, que sea un primer plano y sí tienes el pelo largo, te lo recoges. Sí no cumples estos requisitos no será válido.
He visto que lo bien que lo estáis haciendo en el vídeo anterior y lo mucho que os lo estáis currando, seguid así, mucho ánimo y por favor no hagáis trampa porque me doy cuenta y os lo diría personalmente, la cuestión es que vais a perder el tiempo intentando no hacerlo de otra manera que no sea estudiando, no tiene mucho sentido porque Selectividad está a la vuelta de la esquina, así que no intentéis hacer algo que os bajaría la nota.